Muchas de las mejores rutas surgen cuando dejamos de planear y empezamos a improvisar
Vacaciones
de verano, puente largo festivo, atascos en las carreteras y hasta algún aviso
de tormentas… y, se me olvidaba, un aviso naranja en la Garganta del Río Moros
que anulaba cualquier autorización previa de acceso.
En
una mañana sorprendentemente fresca, el Paseo Rivera de San Rafael se
alegra de vernos llegar a Andrés, Jesús, Santi y Alfonso.
Jesús
y yo acertaremos al cubrir nuestros brazos con manguitos, lo que los menos
previsores lamentarán a primera hora.
Arrancamos
hacia Gudillos y ya hay compañeros que aceleran y adelantan la marcha,
pero a cada cruce no les queda más remedio que aguardar indicaciones. El
trayecto lo he pergeñado en mi cabeza y valdrá de boceto para lo que luego
realizaremos.
La Cerca Montosa, el Alto del León, los toboganes hacia el desvío a Peña
El Águila, con algunos repechos más duros en este sentido de marcha y, por
supuesto, el Collado Hornillo, que ya es como de la familia.
Son
entornos y paisajes que hemos recorrido decenas de veces en todas las épocas
del año, con puntos clave donde parece tenemos que “fichar” para poder seguir
avanzando, pero que, por uno u otro detalle siempre se antojan diferentes.
Frente
a nosotros, el ascenso al Refugio de la Salamanca que se ofrece retador,
pero será en otra ocasión. Nuestra marcha continúa
siguiendo el descenso del arroyo de Collado Hornillo por el sendero que siempre
disfrutamos.
Propongo trazado hacia la Urbanización las Damas, a sabiendas de que tendremos que superar dos grandes repechos. Alguna duda, pero Andrés anima a ello, pues hace mucho tiempo que eludimos este recorrido y Jesús dice no conocerlo.
Me adelanto con la e-bike y desde arriba no salgo de mi asombro. Jesús y Santi avanzan superando centímetro a centímetro el duro desnivel sobre un camino de piedras sueltas resbaladizas que poco o nada ayudan. Con la emoción y que no paro de gritarles palabras de ánimo, me olvido de sacarles foto o el vídeo que se hubieran merecido. ¡Bravo!
Caminos
de senderos revirados y divertidos, que han perdido casi toda la humedad por el
estío, nos llevan por encima del embalse de Cañada Mojada y desde aquí hasta el
Collado Gargantilla.
En
este punto, cuando llevamos 32 kms recorridos y bastante desnivel acumulado,
Andrés, sin consultar a nadie, enfila pista adelante. Los
gritos de los demás para que se detenga no son atendidos. Se
diría que el pico de Cueva Valiente, que se ve al fondo, ejerce alguna
atracción hipnótica tirando de él con fuerza.
Los demás, viéndole alejarse más y más, nos sentamos tranquilamente para tomar una barrita. Allí nos tuvo esperando más de media hora totalmente desconcertados. A su regreso, no contestó a nuestras preguntas, parecía ajeno, pero observamos que su ojo derecho se mantenía fijo y el izquierdo miraba arriba y abajo con un tic sin control.
Descenso
con pequeñas variantes, comprobando que alguna de hace años ya ha desaparecido,
pero muy a tiempo para tomarnos tranquilamente unos refrigerios. Hoy
Andrés no ha contado ningún chiste, estaba como ausente y cuando nos hemos
despedido mantenía la mirada perdida.
Pese a los años de rutas que llevamos en el grupo, subida inédita a las Damas en mi caso.
ResponderEliminarMagnifica ruta, buen kilometraje y desnivel justo. En mi opinión para repetir una y cien veces y sería la ruta perfecta en cuanto vengan las lluvias y el terreno mejore!
Enhorabuena a todos por el nivel y pericia. Bien Alfonso!
Y que bien sienta la cerveza pos ruta cuán todo sale como está pensado.
Hola soy Mario Contes, de Guadarrama, llevo siguiendo este grupo 3 años.
ResponderEliminarNo se el que pero la lectura de los recorridos no parecen tan interesantes como antes, parece que se habla mucho de cada uno mismo tanto en escritura como en comentarios.
Por ejemplo, no es muy agradable leer la vivencia tan estraña con un compañero, Andres creo que pone que se llama, creo que las salidas en bici son para disfrutarlas y las malas experiencias se quedan en casa.
Amigo Mario. Siento que después de 3 años, que dices llevas siguiéndonos, sea este tu primer comentario. Aclarar que la anécdota con el compañero Andrés es, en su totalidad, una broma de cara al resto de amigos que bien nos conocen. Siempre que llegamos a ese punto de la ruta, Andrés hace intención de realizar el duro ascenso a Cueva Valiente. Insisto, es una broma a petición del propio interesado al que pedí permiso antes de publicar. Espero seguir recibiendo tus comentarios, Mario. Un saludo.
EliminarMe alegro que se trate de broma, quien no conoce le salta la alarma y en realidad no agrada.
ResponderEliminarNo, no escribo mucho, soy de leer.